Esta idea fue retomada en 1999 por Michael Kamen el director de la orquesta quien años después de un encuentro casual con Metallica, en el que ellos dijeron que sería buena idea, decidio acercarse y proponerlo. Así es como empiezan la producción de este álbum en vivo.

 

Si no eres ultra fan from hell (admito ser uno de esos, en mi pubertad tocaba la batería en una banda con el Doc Lopez Plata y era mas que nada Metallica lo que tocábamos) este disco es como un Greatest Hits, en el sentido que si no los conoces y le quieres entrar tienes que empezar por aquí.

 

Todo empieza, como cualquier concierto de Metallica, con The Ecstasy Of Gold con la diferencia que ¡ahora es una orquesta real y en vivo!

 

De inmediato empieza The Call Of  Ktulu (con la cual ganaron un Grammy en la categoría mejor actuación rock instrumental) seguida de Master of Puppets. No pudieron empezar con algo mejor ya que estas dos canciones y For Whom The Bell Tolls son las únicas incluidas este álbum en las cuales Cliff Burton participó en la composición.

 

De aquí solo se desprenden 2 sencillos, es mucho si tomamos en cuenta que todas las canciones ya las conociamos antes salvo – Human (Minus Human) y No Leaf Clover.

 

El primero era ya un clásico de el álbum Metallica (Black Album), Nothing Else Matters ¡PERO CON SINFONICA! ¡Suena de poca madre! Punto. En esta ocación por cuestiones de contrato y diferenciación el sencillo se llamó Nothing Else Matter '99 (por qué fue lanzado en 1999. ¡DOH!).

 

El sgundo sencillo es No Leaf Clover, lo que nos cautiva y nos mantiene regresando a escucharla hasta el cansancio es la manera en que se mueven a través de las dinámicas de ritmo y poder es muy confusa (la confusión en una extraña forma nos encanta), un momento esta todo calmado y en orden y al siguiente Kirk te toma por sorpresa con un riff super poderoso hasta que vuelves de golpe a la misma calma.