
Todas Mías
viernes, 22 de noviembre de 2013
Tal vez les llegó a tocar en la primaria que cuando era la hora del recreo era la hora sagrada, la hora que más disfrutabas dentro de la escuela y dejar atrás esas clases con la maestra Yolanda y Miss Katy de inglés, ya sea para comer un buen sandwich con papitas, obvio, jugar a los tazos, ver la reunión de niñas que no tengo idea hoy en día que es lo que hacían, la verdad a esa edad y en recreo ni las pelábamos, pero qué tal para pedir las tareas, ¿eh, perros?
Pero no había algo más fascinante que jugar con una pelota, Frutsi o lo que se moviera sólo para perseguir algo y anotar, encestar o lo que fuera para pasar un momento de adrenalina pura. Podríamos dejar nuestros sagrados alimentos echarse a perder que nuestras bellas madres nos mandaban para nuestra salud, ensuciar y romper ese uniforme sabiendo que también nuestra señora progenitora nos iba a arreglar con un espantoso parche. Por último, no nos importaba estar llenos de sudor y dejar apestando el salón como creo yo bien lo digo a "cola sudada".
Y vuelvo a ir con el tema de las niñas. ¿Apoco no se les hacia extraño que una niña quisiera jugar con nosotros? ¿Con nosotros los niños? ¿Cómo? La verdad en muchas de esas ocasiones le hacíamos el feo y la mandábamos por los chescos, y es que en muchas de esas veces el 88,32% la niña era muy pinche, no sabíamos ni íbamos a investigar que también era rechazada por las niñas malditas y crueles del colegio. Nunca le dimos la oportunidad y nos quedaremos con la duda de que tal vez la chamaca era toda una "Marigol".
Pasa el tiempo, pueden cambiar muchas cosas pero para mujeres el deporte es un simple invento para los hombres. Estoy de acuerdo que hay muchísimas que van al gimnasio, se cuidan y tienen una figura chicles, digo fitness. El chiste es que muchos de nosotros también no hemos querido involucrar a la mujer en el mundo deportivo, la vemos en el Super Bowl sólo para que lleve la botana, pero cuidadito pregunta algo porque hacemos jetas. Sinceramente si ella no quiere saber de ese desmadre pues está bueno, en cambio si quiere saber un poco más pues hay que darle chance, no es cosa del diablo ni del otro mundo. Pero si una mujer es fanática deportiva, ¡cuidado! es el mismísimo diablo.
A todos los que nos gusta disfrutar de una transmisión sea el canal que sea, siempre esperamos un buen entretenimiento, pero pooooooofff, estaremos agradecidos con el corazón en la mano ese plus que es de vital importancia para la humanidad. ¡Una hermosa mujer para nuestras pupilas!
¿Díganme si o no? Pues cornetas paradas que sí, está a toda madre eso. Es algo esencial y jala mucha gente. Así que para este post voy a poner algunas de las mujeres más pinches guapas que vemos día con día y nos llegamos a enamorar.
Nota: Cada quién la pone en el lugar que se le pegue la gana.

Paco Poch